
Fertilización In Vitro
La fertilización in vitro (FIV) es un tratamiento de reproducción asistida de alta complejidad que consiste en extraer los óvulos de los ovarios de la mujer mediante punción folicular y, a continuación, fecundarlos en el laboratorio con los espermatozoides del varón (o, si es el caso, de un donante). Seguida del cultivo embrionario 3 a 5 días hasta que se transfieren al útero de la mujer a fin de lograr el embarazo.
Indicaciones
Con semen de pareja
- Mujeres con endometriosis en grados moderados y severos
- Mujeres con obstrucción tubárica o síndrome adherencial
- Infertilidad inexplicable
- Fallos a tratamientos de baja complejidad
- Factor espermático alterado
Con semen donado
- Maternidad en solitario o con pareja del mismo sexo
- Fallo repetido de fecundación con semen de pareja
- Alteraciones espermáticas severas
- Fallo de implantación repetido
Técnica
Estimulación ovárica
La estimulación ovárica controlada consiste en la administración de gonadotropinas (Inyección subcutánea) para lograr el desarrollo de varios ovocitos aptos para fertilización.
Este proceso dura aproximadamente de 10 a 12 días durante los cuales se realiza un control ecográfico del desarrollo folicular, para comprobar que el crecimiento y la evolución de los folículos es el adecuado.
Captación ovocitaria
Cuando la mayoría de los folículos ováricos tienen un tamaño entre 18 y 20 mm se administra un medicamento final para inducir la maduración final ovocitaria, aproximadamente 36 horas antes de la captación ovocitaria.
La punción folicular o captación ovocitaria se realiza en el quirófano y bajo sedación, para que la paciente no sienta ningún tipo de molestia, es un procedimiento ambulatorio por lo que solo se encuentra unas horas hospitalizada.
En el laboratorio de embriología, se identificará a través del microscopio los ovocitos obtenidos en la punción, después se aislarán y clasificarán en su estadio madurativo. Por otro lado, en esta segunda fase será necesario una muestra de semen (de pareja o de donante) para su capacitación posterior.
Fecundación y cultivo embrionario
Una vez disponemos de los óvulos y de los espermatozoides, se lleva a cabo la unión de ambos para que se produzca la fecundación.
Este proceso puede realizarse por la técnica de FIV convencional, que consiste en colocar en la placa de cultivo un óvulo junto a una elevada cantidad de espermatozoides capacitados para que el espermatozoide realice de forma autónoma la fertilización del óvulo, o por ICSI, microinyección intracitoplasmática, que consiste en introducir un espermatozoide vivo dentro del óvulo. Posteriormente se almacenan en una incubadora biológica a temperatura de 37°C y concentración de gases y grado de humedad semejante al cuerpo humano.
Los embriones resultantes son controlados a diario y clasificados según su morfología y capacidad de división.
Transferencia embrionaria y Beta espera
Consiste en la introducción de embriones viables, a través del cuello uterino para depositarlos aproximadamente a 1,5 cm del fondo uterino. Para ello se utiliza un catéter específico de transferencia embrionaria. El número de embriones a transferir dependerá de la edad de la paciente, del número de intentos realizados previamente sin conseguir la gestación, y del criterio médico.
La paciente no necesita analgesia alguna en este proceso, ya que el procedimiento es rápido e indoloro, pero se realizará en área quirúrgica próxima al Laboratorio de Reproducción.
Durante los días posteriores suele ser preciso recibir tratamiento con progesterona vaginal o subcutánea, y en algunos casos con estrógenos orales, vaginales o transdérmicos.
La prueba de embarazo se realiza a los 12 a 14 días después de la transferencia.
Vitrificación de embriones
Tras realizar la transferencia embrionaria, se lleva a cabo la vitrificación de los embriones de calidad no transferidos, con el fin de poder ser utilizados en un ciclo posterior sin necesidad de una nueva estimulación ovárica.